jueves, 26 de agosto de 2010

Diario de guerra 2: 300 y el bol de arroz

Acabo de llegar de currar y parezco un puto otaku, me he puesto mi edición especial de 300 y me estoy comiendo un bolecico de arroz. Así que aquí me tenéis, viendo como unos espartanos hipermusculados revientan a millones de persas en mi cuarto tirado en la cama. Es la recompensa por levantar el país de esta crisis jajajja.

No ha sido mi primera opción, me estaba rondando infiltrados pero he visto en el trabajo la caja metálica de 300 y me he dicho "au"

La vida debería ser más espartana, hay demasiado deshonor en el día a día. La gente ya no tiene principios, todos nos reímos con la famosa cita de Groucho Marx "Estos son mis principios, si no te gustan tengo otros" pero es verdad, nadie es sincero de primeras y yo el primero, pero eso se va a acabar. A partir de ahora voy a ser más Leónidas (psicológicamente hablando, porque el físico...)

Aunque ahora que lo pienso, debo de ser la única persona en el mundo que le encuentra un lado filosófico a 300. Soy un puto desgraciado